Los reflejos se pueden obtener a través de cristales, de agua, de espejos, de metales, de gafas de sol, y de muchas otras maneras que se nos ocurran. Estando el sábado en Biarritz, como el día no pintaba para mucha playa, decidimos pasear por el lugar. Una de las atracciones turísticas que tiene es el Museo del Mar. En este museo hay una exposición que incluye maquetas de barcos a lo largo de la historia, la evolución de los instrumentos de pesca, y esqueletos de ballenas, peses, y demás. Lo más impresionante es el acuario que tiene. Está lleno de peceras donde se pueden ver todo tipo de peces y criaturas marinas, hasta algún que otro tiburón. Se me ocurrió que podía ser el lugar perfecto para hacer esta práctica. Así que lo que hice fue tomar fotografías de los peces, con los reflejos que producen en el agua. Además, descubrí que había una pared de espejos, por lo que traté de buscar que se reflejaran las peceras en los espejos. De esa manera obtuve varias de las fotografías de esta práctica.
Ayer lunes, como tenía la tarde libre, aproveché para ir a pasear por el Casco Viejo de Pamplona. En medio de la caminata empezó a llover muchísimo. Como tenía la cámara encima, pensé qué mejor que la lluvia para obtener reflejos, ya que las veredas quedan cubiertas de agua. Así saqué fotografías de los edificios reflejados en el piso mojado; y aproveché para sacar también reflejos en los cristales o vitrinas de los comercios.
La última fotografía la obtuve en Uruguay, este verano pasado. La saqué estando en una playa de Punta del Este, un balneario muy conocido en mi país. Me pareció una buena oportunidad el agregarla al trabajo porque me gusta mucho cómo se ve el reflejo del lente de la cámara en la pupila del ojo, además de vislumbrarse parte de la playa y el cielo.
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