martes, 27 de octubre de 2009

6 Reglas de la composición

1- Sencillez: menos es igual a más. Se trata de que la fotografía no esté sobrecargada, que con lo necesario se diga todo. Para eso debe de tener un fondo sencillo, y ser sobria.







2- Tercios: Se trata de establecer zonas de influencia en donde tiene que estar el centro de atención de la fotografía. Se busca enfocar la mirada del espectador en aquello que nos interesa que vea, y para ello se utilizan las zonas de influencia. Esto se se hace dividiendo la imagen en dos líneas verticales y dos líneas horizontales, y en donde convergen dichas líneas, se establecen las zonas de atención.







3- Líneas (y curvas): Se trata de usar las líneas como conductoras de la visión, así como utilizar la repetición de líneas, las curvas, e incluso figuras como un triángulo. Estas ayudan a que converja la mirada en el punto de interés.




4- Equilibrio: Que exista un equilibrio entre los colores, las formas, y la luz, de modo de lograr una armonía.









5- Encuadre: Se trata de encuadrar la imagen de modo que vamos a dejar aquello que nos interesa que se vea, sin sacar o cortar algo que pueda ser interesante. Por ejemplo no cortar cabeza, brazos, y tratar de mantener el espacio al costado de la persona u objeto que puede estar bien que quede.







6- Relación figura-fondo:
Se busca evitar la confusión con el fondo. Para ello hay que tener cuidado con lo que hay detrás del objeto que estoy tomando, para que no se confunda con la foto y luego quede mal (como ocurre en los casos que pareciera que las personas tienen cuernos en la cabeza).






martes, 6 de octubre de 2009

Mercado de Santo Domingo

























El Mercado de Santo Domingo es un lugar típico de Pamplona. Situado en el Casco Viejo de la ciudad, detrás del Ayuntamiento, se encuentra este lugar al que muchos acuden para comprar. El mercado es un lugar muy grande, que cuenta con dos pisos, en los que están exhibidos los diferentes puestos.

Un aspecto que llama la atención al visitar el Mercado de Santo Domingo es la interacción que se produce entre las personas. Es decir, no se trata de una relación meramente de comprador y vendedor, sino más bien da la impresión de una mayor cercanía y confidencia entre ellos, como si se conocieran de siempre. Pareciera como si las personas que compran se entremezclen entre los vendedores, dejando de lado esa frialdad que caracteriza a los supermercados a los que acostumbramos ir. Aquí las personas se conocen ya entre sí, por lo que dejan de ser un número para pasar a ser un nombre. Y esa relación crea un ambiente muy agradable y cálido.

En cuanto a lo que exponen los vendedores, se puede encontrar todo tipo de alimentos. Los puestos están colocados uno al lado del otro, y exhiben al público diferentes tipos de frutas y verduras, carnes, fiambres, diferentes clases de pescados, y otra clase de productos como mieles, lentejas, porotos. Me llamó la atención la cantidad de pescados que había para comprar, y principalmente los varios puestos de bacalao que había. Parece ser que es un pescado muy requerido entre los clientes, y aporta muchos beneficios a la salud de las personas, hasta el punto de que hay carteles colgados con los aportes de este pez.

El mercado lo visité el domingo pasado junto con mi clase de Fotoperiodismo. Entre las cosas que hicimos, fuimos a la parte de detrás de los puestos, y presenciamos cómo un hombre cortaba un pescado. Fue algo que me pareció muy interesante ya que nunca había visto hacerlo, aunque tengo que admitir que me dio bastante impresión, ya que no me gusta de por sí ver pescados, carne, pollo, o lo que sea que esté sin cocinar.

A lo largo del paseo traté de ir sacando fotos de modo de ilustrar lo que era el ambiente del mercado. Por eso hice énfasis en las fotos donde hay personas interactuando entre sí, compradores y vendedores hablando y sonriendo, y retratando a la gente que vagaba por el lugar, siendo casi todos viejos. De vez en cuando tomé alguna fotografía de algún producto, como por ejemplo de la calabaza enorme, ya que me sorprendió el tamaño. Creo que logré mezclarme entre la gente, y hacerme pasar por compradora, sin que casi se molestasen por estar tomando fotografías.